Redacción. El escritor y periodista Pablo Bujalance ha resultado ganador del III Torneo de Dramaturgia de Andalucía con la obra ‘Medea en Beirut‘, una adaptación moderna de la historia de amor entre los personajes de la mitología griega Medea y Jasón, ambientada en un campo de refugiados del Líbano en la actualidad. Medea es una refugiada siria y Jasón es un funcionario libanés de la ONU que trabaja en el campo. Ambos mantienen una relación y conciben a un hijo que acaba siendo asesinado por su madre, Medea.
Con media hora de duración e interpretada por los actores Juan Antonio Hidalgo y Alejandra Cid, los asistentes han elegido ganadora esta obra del autor malagueño, que se compitió con el pseudónimo ‘El Toro de La Victoria’. En la final se enfrentó al sevillano Javier Berger, ‘La Tenia Salvaje de La Macarena’, que presentó la pieza ‘Prólogo a nada’. Los otros contendientes fueron Isabel Martín Salinas, ‘La gamba roja de Almería’, y Désirée Ortega ‘La Hostionera de la Caleta’.
El torneo se ha celebrado los días 9, 10 y 19 de marzo, en el Centro Cultural MVA de la Diputación bajo la dirección de Beatriz Mori y con la colaboración de la Fundación SGAE, y todas las veladas han contado con la participación del actor Jâmp Palo como maestro de ceremonias. Se trata de un reñido combate teatral en el que los textos se presentan como lecturas dramatizadas de no más de 30 minutos de duración, con dos personajes protagonistas interpretados por actores y actrices profesionales en un ring de boxeo.
Una de las particularidades de este evento es que es el público el que, sin saber qué obra pertenece a cada autor, se encarga de votar el texto que más le ha gustado para otorgar los guantes de vencedor a uno de los cuatro combatientes literarios.
Esta propuesta escénica que mezcla emoción, humor y tensión nació en 2013 dentro del Festival Temporada Alta de Girona de la mano del dramaturgo Jordi Casanovas, y fue la periodista y escritora Beatriz Mori quien en 2019 la organizó por primera vez en Andalucía con el objetivo de dar visibilidad al trabajo de escritor teatral y llegar a nuevos públicos.
El apoyo de la Fundación SGAE al Torneo de Dramaturgia Andaluza se ha plasmado a través de un acuerdo cultural que, para la entidad, supone contar con el área de Cultura de la Diputación como aliada en el fomento y promoción de los/as creadores/as, así como la difusión de su obra. El respaldo a este singular duelo creativo es, sin duda, un claro ejemplo de la defensa que se hace desde Fundación SGAE de la obra de autoras y dramaturgos andaluces, en este caso, vital en tiempos en que disfrutar de la cultura es cada vez más necesario para todos.
Acerca de Pablo Bujalance
Nacido en Málaga en 1976, Pablo Bujalance es escritor y periodista. Desde 2004 es redactor de cultura en el diario Málaga Hoy y columnista de opinión en el Grupo Joly. El mismo año publicó su primer libro, ‘Padre’, con el que ganó el Premio Málaga Crea de Poesía, concedido por el Ayuntamiento de Málaga. Desde entonces ha publicado novelas, relatos, ensayos, poemas y obras de teatro. Como dramaturgo, ha estrenado desde 2011 una veintena de obras, incluidas algunas adaptaciones de clásicos, que en varias ocasiones han sido objeto de giras y premios dentro y fuera de España.
Entre sus reconocimientos cabe destacar, además del Premio Málaga Crea, el Premio del Teatro Andaluz a la difusión de las artes escénicas, concedido por la Fundación SGAE y la Asociación de las Artes Escénicas de Andalucía en 2015, por su labor de crítico teatral recogida en prensa y en el blog El diario de Próspero; así como los galardones otorgados por el Festival de Teatro Clásico de Almagro y la Asociación de Críticos de Teatro de Uruguay a ‘A secreto agravio, secreta venganza’, producción escénica de la obra de Calderón de la Barca a cargo de la compañía Jóvenes Clásicos con la versión libre de Pablo Bujalance.
Ya sea en sus artículos, poemas, novelas y obras de teatro, Bujalance busca la complicidad de lectores y espectadores en pro de una postura común ante el mundo contemporáneo. Un marco donde los elementos propicios al encuentro y al reconocimiento del otro en uno mismo superen el ímpetu de los más afianzados mecanismos de exclusión.