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En estas fechas muchas personas jóvenes se encuentran en uno de los periodos más importantes de sus vidas: decidir qué estudios quieren cursar. La arquitectura sigue siendo uno de los estudios más temidos y demandados a la vez, debido a su alta exigencia, y el AutoCad, el programa sin el cual es imposible llegar a ser arquitecto a día de hoy
Muchos jóvenes tienen ya la decisión tomada, van a ser arquitectos. Otros aún pueden estar rumiándolo, o a la espera de que las notas les permitan estudiar eso que tanto desean. Sea como sea, si su decisión ha sido la de dedicarse a la arquitectura hay algo que van a tener presente: durante muchos años van a tener que dibujar en AutoCad de forma ininterrumpida.
Por ese motivo ¿Tiene lógica optimizar su destreza en este programa para hacer el mismo trabajo en menos tiempo y tener más tiempo libre? ¿Es recomendable conocer bien este programa, incluso antes de iniciar la carrera, para así ir un paso por delante una vez comiencen los estudios? Y para quienes ya se encuentran estudiando o acaban de terminar ¿Es imprescindible dominar a la perfección esta herramienta para poder dibujar más y aumentar su salario o facturación? La respuesta es evidente, ¡CLARO!
En AutoCad se puede hacer prácticamente de todo y hay veces que muchos arquitectos recién salidos de las facultades se limitan a las herramientas básicas. Esto se debe a que no disponen del conocimiento completo de como sacarle el máximo provecho a una herramienta que puede ser la clave para ser un estudiante de matrícula y un profesional cotizado.
Puede haber funciones básicas como por ejemplo poner cotas de la forma deseada, que pueden llevar mucho tiempo; o por ejemplo editar imágenes dentro del propio CAD. Otro tipo de funciones son directamente ignoradas porque no se conoce en profundidad la herramienta y por tanto no se sabe que es posible llegar a hacer en Autocad algunas tareas complicadas para las que se suelen utilizar otros programas. Esa mezcla de programas repercute en una pérdida de calidad a la hora de imprimir los trabajos.
Quienes se hayan interesado alguna vez por la arquitectura puede que hayan visto a personas que dibujan muy rápido a través de comandos. Estas personas son muy rentables tanto si trabajan para una empresa como si trabajan como autónomos. Y es que dibujar rápido en arquitectura es un valor diferencial.
Si de media un arquitecto se pasa 7 años 8 meses y 20 días de forma ininterrumpida a lo largo de su vida laboral dibujando en AutoCad estaría bien que ese tiempo estuviese optimizado o al menos reducirlo un poco. En otras palabras: optimización del tiempo.
Poseer una certificación específica garantiza una formación y un interés en la materia más allá de la que puede obtener cualquier arquitecto recién graduado. Esto es muy valorable a la hora de optar a diversos puestos de trabajo. Para ello existen cursos de AutoCad especializados que enseñan a utilizar este programa de forma mucho más profunda y eficiente de lo que se pueda aprender en cualquier escuela de Arquitectura.
En definitiva, al estudiar Autocad se consigue:
Ahorrar tiempo: Conocer a la perfección el programa y realizar las mismas tareas en menos tiempo.
Facturar más: Poder realizar más trabajos y por tanto cobrar más veces.
Mejorar el currículum: Tener formación extra donde otros arquitectos/ingenieros no la han adquirido. Esto supone un valor extra a la hora de optar a un empleo.
Libertad: No será necesario el uso de más programas porque se puede realizar TODO con Autocad. Los documentos no perderán calidad gráfica y se verán muy profesionales.
Aprender AutoCad de forma intensiva es, sin lugar a dudas, un must para todas aquellas personas que en estos momentos estén planteándose la arquitectura como futuro profesional y también para quienes se sientan estancadas en su carrera como profesionales de la arquitectura.
Fuente Comunicae