Redacción. La atención sanitaria en Málaga da un paso más en el tratamiento de las cardiopatías. El complejo hospitalario universitario Virgen de la Victoria de Málaga ha implantado con éxito un corazón artificial definitivo intracorpóreo, algo inédito en la provincia. El paciente es un hombre de 67 años, que ha sido intervenido por el servicio de Cirugía Cardiaca de la Unidad de Corazón como consecuencia de una insuficiencia cardiaca severa.
El dispositivo incorporado al paciente, cuya patología está motivada por una miocardiopatía de origen genético, consiste en una bomba de asistencia circulatoria intracorpórea que funciona de forma mecánica. Su uso permite alargar la esperanza de vida del enfermo y mejorar su capacidad funcional para realizar las actividades cotidianas.
La operación tuvo lugar el pasado 22 de julio y actualmente el paciente se encuentra en proceso de evolución y rehabilitación. Tiene un equipo multidisciplinar que le atiende, y se encuentra integrado por los servicios de Cardiología, Cirugía Cardiaca, Anestesiología y Reanimación, y Medicina Física y Rehabilitación.
Después de explorar otros tratamientos terapéuticos y de que el hospital, a través de la sección de Insuficiencia Cardiaca, hubiera estudiado su evolución durante los últimos 12 años, se encontró como solución el implante de este dispositivo. Esta decisión fue consensuada con el paciente y coordinada por los Servicios de Anestesiología, Cirugía Cardiaca y Cardiología, previa autorización por parte de la dirección del hospital y los servicios centrales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), de manera excepcional y valorando el riesgo/beneficio para este paciente.
Este sistema de tecnología avanzada, según ha comentado la especialista en Cirugía Cardíaca del centro, Gemma López Espín, se utiliza en casos de insuficiencia cardiaca severa en los que los pacientes “no son subsidiarios de trasplante cardiaco por edad avanzada o con morbilidad asociada, permitiendo al paciente aumentar su supervivencia y mejorar su capacidad funcional».
El jefe del servicio de Cardiología del complejo hospitalario universitario Virgen de la Victoria, Juan José Gómez Doblas, ha explicado que técnicamente se trata de implantar una bomba centrífuga que conecta el corazón con la arteria aorta y que se dispone dentro del tórax. El dispositivo, ha añadido, funciona mediante unas baterías que suministran la energía necesaria para extraer la sangre del ventrículo izquierdo y eyectarla en la aorta ascendente, desde donde se distribuye a todo el organismo.
El servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital Universitario Virgen de la Victoria ya tiene una nutrida experiencia en la implantación de dispositivos similares, pero de corta duración, en pacientes que presentan una insuficiencia cardiaca terminal, como puente a trasplante cardiaco, o transición a recuperación; especialmente en casos de shock cardiogénico refractario tras cirugía cardiaca, o después de procesos que dañan de manera aguda y especialmente grave el corazón, como en algunas miocarditis.
UN TRATAMIENTO DEFINITIVO
Otra sanitaria del Hospital Virgen de la Victoria, la especialista en Cardiología, Ainhoa Robles, ha destacado que la novedad que ha supuesto la intervención ha sido el carácter definitivo del tratamiento. Además, ha comentado que, «aunque la técnica se realiza ya en centros que disponen de programa de trasplante cardiaco, sólo en algunos centros sin dicho programa se ha llevado a cabo, siendo el Hospital Universitario Virgen de la Victoria el primero en realizarla en nuestra provincia».
Por otra parte, el especialista en Cardiología y responsable de la unidad de Insuficiencia Cardíaca, José Manuel García Pinilla, ha argumentado que «estas intervenciones de alta complejidad llevan consigo el abordaje multidisciplinar con la participación de diferentes servicios y distintos profesionales sanitarios en la toma de la decisiones, así como en el implante y seguimiento del dispositivo, lo que es fundamental para una correcta indicación y un resultado óptimo, no sólo de la técnica sino también para mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente».
Del mismo modo, tanto el director de Enfermería, Pablo Fernández Plaza, como el servicio de Anestesiología y Reanimación han destacado el reto que ha supuesto llevar a cabo esta intervención.